Mirar la vida a través de un visor, ver la luz que inunda el camino y querer guardar ese momento para siempre. El invierno se hizo largo el día que me dijeron que tenía cáncer, tenía 18 semanas de embarazo, y no sabía lo que pasaría con mi vida. Lo que si sabía, era que mi maternidad me había llevado a descubrir lo que la fotografía hace en mi vida, no podía dejar de documentar ese momento, que no era para nada bonito, pero si era parte de mi, me ayudaría a reencontrarme conmigo y dejaría un diario visual para mis hijos. Verme, ser y estar, en sus historias, en su memoria, en sus recuerdos. La cámara es parte de mi e inmortalizar lo que vivo y cómo lo vivo me apasiona.El año que tuve cáncerHagamos magia juntasContáctame